domingo, 4 de febrero de 2024

Había Ganas de rodar

 


https://es.wikiloc.com/rutas-motociclismo/solo-queria-desayunar-fuera-160069749


(Después de publicar el post caigo en la cuenta que regreso al blog justo en el mismo sitio en el que lo dejé allá por marzo de 2.023)


Eso es; muchas ganas... la moto no se  movía desde principios de diciembre. El viernes por la mañana me armo de valor e introduzco la llave de contacto: nervios, la luz del cuadro se enciende, la bomba de inyección traga gasolina, pulso y el borón y ¡BURRÚM!. ¡LUCINDA VIVE!. Un agüita con jabón, un mirar la presión de las ruedas y esa noche a dormir poco por los nervios del reencuentro. ¿Dónde ir? ¿Qué chupa me pongo? ¿ropa térmica? ¿hago noche en algún sitio? El mundo a mis pies... 

Suena el despertador, de cabeza a la ducha y al bar de desayuno de cabecera. Decidido: hoy va a ser Villuercas-Ibores-Jara la que toque recorrer aunque voy un poco tarde ya por la cantidad de kilómetros que quiero hacer. La ilusión es lo primero y salgo sobre las 10 de la mañana. Decido hacer los primeros 70 kilómetros por la A5 en dirección a Miajadas por aquello de rodar de continuo, hacerme otra vez con el peso y sentir en los músculos simpático y parasimpático que todo va bien. Algún petardeo da Lucinda por el escape y creo que es por la falta de octanaje en la gasofa o porque los inyectores están sucios. O lo mismo es que también se tira pedetes tras despertarse... qué se yo. El caso es que llego a Miajadas y empieza el baile. Hace frío, pero me niego a vestirme de motero tourer, no... yo no soy de esos. 

Por fin Miajadas. Dejo la A5 y me encamino a la EX102 que me va a llevar a hacer el segundo tramo de esta ruta y que no es otro que el de Escurial a Cañamero. Me llama mucho la atención "Escurial"; es un nombre bonito y, si no recuerdo mal, es también el apellido de un político de izquierdas que me caía bien. Qué cosas. Pues esta carretera está en unas condiciones geniales. El asfalto es como indestructible; no he visto en mi vida una máquina de obras por allí y ahí sigue como el primer día que la recorrí. Una maravilla para esta primera salida por aquello de que las curvitas son de lo más suaves y porque una vez pasado Zorita el paisaje empieza a llenarse de Montañas. Es una delicia mirar hacia la izquierda y en un día claro de febrero en el que la luz del sol empieza a ir cambiando a "bonito" ver el perfil de la Sierra de los Polares y la de Guadalupe. Se te va la cabeza a la otra afición: el senderismo. Aquí debería sonar de fondo algo de los Allman Brothers, coño. Llego a Logrosán y me dirijo a Cañamero (el pueblo del chiste del camarero y el vino). Voy divisando otro punto que subí hace poco tiempo haciendo la cabra: Risco Gordo en la Sierra del Pimpollar.

A estas alturas de la ruta -tercer tramo- voy excitadisimo porque estoy deseando coger la última curva a derecha de Cañamero para adentrarme en lo que llamo "cañón del río Ruecas" que en realidad es un desfiladero y es tan bonito. Es una auténtica maravilla trazar esas primeras curvas por la casa de un río con un nombre tan bonito; Ruecas. Suena a cuento. Ahora empieza lo realmente chulo de esta ruta en este tercer tramo. Esta carretera por aquí es mágica y sube un desnivel importante hasta el Collado de Martín Blasco (algún día investigaré al tal señor Blasco). La subida es preciosa con una carretera amplísima a la que le pongo una sola pega: ni una sola zona habilitada para parar el coche, moto, triciclo, caballo o donde vallas montado para pegar una voz de esas que te alivian el alma desde las alturas disfrutando de todo el Valle del Ruecas. Además, y esto es importante, huele a caja de lápices de colores Alpino o a los muebles de la sacristía del Monasterio. Creo que son los castaños. Es maravilloso hacer esto con un casco Jet


Paisaje del desfiladero del río Ruecas


Una vez pasado el collado empieza la bajada hasta mi Puebla de Guadalupe con la Sierra de Belén a la izquierda del "sentido de la marcha". Estos últimos kilómetros hay que hacerlos con cabeza o con falta de ellas como podrás ver con los que te adelantan o vienen casi rozando el hombro en el asfalto a cada curva. No... yo no soy de esos.

Curvita va...curvita viene y te plantas en Guadalupe. Yo suelo entrar siguiendo la EX118 (adelanto que es una de las carreteras más bonitas de toda Extemadura) y me planto en el aparcamiento de la Hospedería. A la plaza de la fuente a presentar mis respetos a la "mígensantísima", introduzco las llaves en la pila de agua bendita (sí... qué pasa) y empiezo a flipar con todo el conjunto. Es un gótico que me recuerda a las galletas rizadas del "surtido de Cuétara" y a tomar un café o una cerveza a precios desorbitados. En la foto de abajo os dejo donde NO deberíais tomar nada por aquello de que estamos en la Sierra de Guadalupe, no en Sierra Morena.


Galletita Rizada


Donde no debéis tomar nada (saqueo)


Faltaba una hora para que me reloj biológico me avisara de que hay que ponerle gasolina así que seguí mi camino hacia donde quería llegar; Navatrasierra. Y hablando de gasolina os cuento: no está de más cuando hacemos rutas largas (y esta lo es) aprovechar para llenar el depósito cuando os encontréis con una gasolinera y no estéis seguros de ver otra en un rato largo... tengáis el depósito como lo tengáis... hacedme caso. No me acordé que en el primer tramo de la ruta le fuí retorciendo la orejilla a Lucinda a base de bien y que los trescientos kilómetros que hace mi depósito habían encogido considerablemente por lo que no reposté... craso error. Pasé de la gasolinera y me dirigí por la EX118 hacía el desvío que me llevaría al Hospital del Obispo y Navatrasierra. Insisto en que es una de las carreteras más bonitas de por aquí solo superada (y por poquito) por la EX204 de Las Hurdes. ¿He dicho que el día estaba realmente bueno y que se veían muy bien las cimas apalachenses de esta zona? ¡Oh, mi Pico Villuercas! Estos son los dominios del río Ibor... la comarca de Ibores. Eta carretera te lleva por una zona paradisíaca hasta la misma A5, pero hoy no era mi ruta. Tuve el tiempo suficiente de subir un gran desnivel con unas curvas amplias hasta llegar a la desviación que buscaba, la enigmática CC 20.2 que une en 47 kilómetros ese desvío con Hospital del Obispo, Navatrasierra, Carrascalejo y Villar del Pedroso al norte para virar al Noroeste y llegar a Bohonal de la Sierra.


Carretera EX118


"Enigmática" por varias razones porque es super estrecha y va subiendo zizagueando hasta los mil y pico de metros y también porque no la hice entera con lo cual es un enigma para mí. Me di la vuelta en el kilómetro 39 ¡por gilipollas! así de claro. ¿He dicho que hay que repostar? no lo hice y la moto entró en reserva subiendo por allí. Nunca he apurado la reserva y no me fiaba un pelo de no quedarme tirado por allí. ¿Habría gasolineras en esos pueblos? En definitiva: Media vuelta y a "consolarme" con la 118.


Lucinda en la CC 20.2

Insisto: la 118 es una escuela de curvas a derecha, izquierda, entrelazadas, continuas, subidas y bajadas. Es una maravilla, pero tenía en mente mi frustrada excursión por la la 20.2. Al final pude repostar en Castañas de Ibor. A punto estuve de dar la vuelta, pero pensé que solo hacía falta volver a liarla por no contar con las horas de sol y que me cayera la noche en moto. Vaya... que busqué un sitio donde comer lo que fuera y empezar la etapa de regreso. Continué hasta el pantano de Valdecañas, lo crucé y me encaminé hacia Valdehúncar ¿? y la A5. Con el depósito lleno iba envalentonado. Ahora el enemigo a batir era el atardecer y esta vez puedo decir que le gané.

No me la jugué; la vuelta iba a ser por la A5 hasta Trujillo (70 kilómetros de "culo carpeta") y desde allí, por La Cumbre hasta Montánchez. Terreno conocido que ya he comentado por aquí creo. Si venís cansados y tenéis Trujillo en el camino no dudéis en cortar por ahí. Se acortan un montón de kilómetros. Yo venía ya cansado, la verdad.  

martes, 11 de abril de 2023

NADA DE AUTOVÍA

  


TRACK DE LA RUTA

Wikiloc | Ruta Puebla-Guadalupe


     Esta ruta ha sido interesante porque hemos conseguido hacer otro mogollón de kilómetros sin pisar un centímetro de autovía. No es que sea enemigo de la autovía, pero hay que reconocer que en moto es un aburrimiento total (hablo de ir en Custom, no sé cómo será en otro tipo de moto, pero mucho me temo que será igual). La ruta que hemos hecho en sí es bastante completa aunque el primer largo tramo es un poco feo, para qué engañarnos. Salimos de Montijo en dirección Villanueva de la Serena por la EX-209 que no es carretera fea del todo –lo que sucede es que la tenemos trillada- al llegar a Mérida conectamos con la que nos lleva a Villanueva de la Serena -EX-307 y EX-105 desde Guareña) para, desde allí, por la N-430, buscar el desvío hacia la carretera que te va a llevar a Guadalupe; es el desvío de Obando. Hasta entonces es una carretera fea, anodina, con el único atractivo de que si te desvías a la derecha entras en la zona de pantanos del este de Badajoz que da mucho juego, pero vamos a lo que vamos. Una vez que encontramos el desvío a Guadalupe, por Obando la cosa se pone interesante porque vas subiendo en altitud y si miras a derecha e izquierda lo vas notando; el la EX-106. Vas viendo como los picos que tenías a lo lejos los vas teniendo más cerca y más bajos que tú. Empieza a haber curvas suaves que se pueden gestionar genial porque el asfalto está en perfectas condiciones, pero es que te da igual porque el paisaje lo gana todo. Se puede observar toda la Sierra de Guadalupe y, al fondo de esa pantalla de mil y pico de pulgadas, el Pico Villuercas (el día estaba para estar en moto, la verdad. Era un día radiante). Finalmente llegas al cruce de la carretera de Guadalupe a Cañamero (Collado de Martín Blasco) y bajas a Guadalupe (Puebla de Guadalupe para el que no sepa el nombre completo) en una infinidad de curvas con las que hay que tener cuidado si no conoces la zona. Es un descenso muy divertido para casi olvidarse del freno e ir frenando con la caja de cambios para que la moto agarre en las curvas.  



EX-106
Donde comienza la diversión

Y te plantas en Guadalupe por debajo del maravilloso viaducto. Estaba petada de gente (Semana Santa y 25 grados, imaginad). Es un pueblo que siempre me ha gustado; no me canso de ir. Se impone aparcar en los bajos de la Hospedería y aparecer en la Plaza del Monasterio a tomarse una(s) cervezas y una morcillita picante. A ver, os prevengo; en cualquier sitio menos el que está justo en frente del monasterio (haciendo esquina). Si no me entendéis probad a sentaros, pedid una cerveza y la cuenta… veréis como ya me entendéis.  



Viaducto



Y la vuelta. Siempre digo “la vuelta” cuando realmente lo que habría que decir es “seguimos con la ruta” hasta el próximo punto que, en este caso es el Cañamero (donde se come genial). El tramo de 22 kilómetros es simplemente espectacular. Subes hasta el puerto y desde allí se inicia una bajada con una carretera ancha, con curvas abiertas en la que suele haber mucho tráfico de motos, pero da igual porque no se trata de una carretera para correr. Es una carretera para darle gracias a Dios por el paisaje. ¿Y el Olor? Llevo siempre casco Jet abierto por lo que lo huelo todo, pero este sitio es alucinante porque ¿os acordáis de como olía la caja de lápices de colores Alpino? Pues igual. Alucinante. 



Carretera Guadalupe- Logrosán

De cañamero a Miajadas es un pelín aburrida porque llega un momento en el que el paisaje se aplana y las rectas largas van ganando a las zonas de curvas, pero haberlas "haylas". 


Una vez que llegas a Miajadas llevas ya un montón de kilómetros en el culete por lo que es muy típico ceder ante la tentación de hacer los últimos 60 kilómetros por autovía a eso de 120 o 130 kilómetros por hora. Os digo que es un error, en serio. Si buscáis la salida a Cáceres os vais a encontrar con otra carretera preciosa; la EX-206 que puedes seguir hasta Montánchez (con una subida a la sierra alucinante) u optar por hacerle caso al culete y acortar por el desvío de Arroyomolinos. Eso hicimos. Sorpresa: ¡ha vuelto a abrir el Cruce de las Herrerías! 


Paramos a tomar un café y un helado y continuamos por la N-630 hasta el desvío a la Nava de Santiago. Aquí ya va oliendo a casita. Si no la conocéis es una carretera muy cuca para pasear e incluso para iniciarse en esto de las motos por sus curvas amables y tal. Esta carretera te va a llevar a La Nava de Santiago y desde allí a Montijo. Otros 20 kilómetros de carretera entretenida. 


Conclusión: 327 kilómetros sin pisar la autovía. Un lujazo. 

domingo, 12 de marzo de 2023

N-630 Y SIERRA DE HUELVA

 

        Salimos de Montijo, pero la ruta como tal ruta empezó realmente cuando por la N-630 divisamos ya Monesterio (y eso que hicimos una carretera muy chula que une Arroyo de San Serván con Trujillanos). Desde Monesterio en adelante empiezas la parte de la rodada que te da vidilla; se huelen curvitas y paisaje serrano. Cruzas el pueblo y continuas carreteras abajo –literalmente- hasta que te das de bruces con la mega gasolinera. Contínua... no te pares y sigue por la 630 hasta que veas el cartelito de la Junta de Andalucía y el de la Provincia de Huelva porque vas a llegar a Santa Olalla del Cala. Es buen sitio para parar y tomar algo en el pueblo porque además casi siempre hay motos en cualquier bar de la calle principal que lo atraviesa. Al final del pueblo hay una rotonda; pilla la primera salida en dirección a la A-461. Aquí empieza realmente el Dj a poner la música que te gusta; es la carretera que te lleva a Zufre. Imposible no mirar a los lados para disfrutar del paisaje (existen multitud de rutas senderistas por ahí que ya iré comentando)



Los dos artífices

                Este tramo es sencillamente espectacular; la carretera podría estar mejor, pero está bastante bien para nuestras customs. Es una carretera en la que la mayor parte del tiempo vas en cuarta utilizando el freno motor en ese mogollón de curvas que se entrelazan. La quinta marcha la utilizaba para aliviar un poco a la burrita; que estos 1.500 centímetros cúbicos son lo que son. Bueno, pues eso; que se continúa curveando y curveando y curveando y curveando (y mirando hacia los lados porque aquello es maravilloso) hasta que llegas a Rio Tinto, es asombroso todo lo que dejas a los lados. Infinidad de carreterillas de “las antiguas” que te llaman y tal, pero claro… es una ruta de un día y hay que volver a casa Llegamos al mato minero, unas fotos en el mirador de la mina y continuamos camino. Cuando nos dimos cuenta eran las 2 de la tarde y no habíamos tomado ni una sola cervecita. Se había pasado el tiempo sin darnos cuenta.... nos habíamos calzado casi 200 kilómetros sin pestañear, oiga.



Mirador de Rio Tinto

                Se continua por la misma carretera hasta llegar al cruce de la A-461 con la N-435 (conocida como la “carretera de la sierra de Huelva”) para dirigirnos ya a Badajoz. Hoy había un montón de motos; se nota que era el primer sábado de primavera como tal y pensamos todos lo mismo: "vamos a rodar hoy un poquito a ver si no se me ha olvidado esto". Increíble el número de trails y roadster (creo que nos hemos cruzado en toda la ruta con tres customs, la verdad). Somos los malditos hipsters. Esta carretera tendría que ser declarada monumento natural por el trazado, por el paisaje que tiene a los lados y por mil razones más, pero está hecha polvo la verdad. Tiene un montón de parches y desconchones que mucho me temo que van a ir reparándose de higos a caracoles. Una lástima, pero bueno, vas más despacio y punto. Paramos en Patrás y conincidimos con los consabidos Bemeuvetas touring (otra especie de este género). Y venga a pasar motos mientras nos comíamos unos huevos rotos… muy ricos, la verdad. Y veeeenga.....

                Y ya enfrentamos el final (bueno, quedaban unos 120 kilómetros, pero no deja de ser un retorno). Lo dicho; la carretera es maravillosa y si no has comido antes puedes ponerte fino de jamón en Jabugo y repostar. Continuas hasta el final de la sierra y ya encaras un espacio plano como es Badajoz por esta zona, solo interrumpido por la zona de Jerez y los Valles de Santa Ana y Matamoros que son muy divertidos hasta que nos enfrentamos con la parte más tediosa de la ruta para mi gusto; la recta que une La Albura con la A-5 (17 kilómetros de recta…. Ya me dirás tú…). Una vez llegas a Talavera de la Reina busca el desvío del badén lo pillas y te vas a encontrar con el cruce que te lleva a Puebla de la Calzada y Montijo.

                Los cuenta-kilómetros de las borriquitas marcaban 396 kilómetros. Ya os digo yo que fue un buen sábado. Siempre hay una pega; el Garmin no lo cargué por lo que no pude grabar la ruta para subirla a wikiloc.

domingo, 5 de marzo de 2023

PORTUGAL.. OTRA VEZ.....

 

Wikiloc | Ruta OPEN 'FELIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE'


    A ciertas etnias no le gustan los buenos comienzos dice el refrán –algún día escribiré sin tapujos sobre la nueva “autocensura”- Se le puede aplicar a esta primera entrada sobre rutas en moto porque cuando he ido a descargarla desde mi Garmin resulta que la he borrado por accidente y ahora no sé cómo volverla a sacar del dispositivo para colgarla entera aquí. Menos mal que tuve la idea de diseñarla "sobre el plano" de wikiloc. La real; 250 kilómetros de curvas marcaba Lucinda cuando la dejé en el garaje esta tarde. Esta que comparto no es exactamente la que hemos hecho hoy, pero para el caso lo podéis flipar igual. El nombre le viene porque le vamos a dar un premio al que con más fauna se cruce....

Vamos allá; si vienes a Badajoz con tiempo con tu moto y tienes incrustada la falsa, errónea y manida idea de que la provincia es un secarral te animo a que arranques la moto y salgas de la ciudad dirección a Gévora para girar hacia la carretera de Alburquerque por la EX110. Este tramo te puede servir para ir calentando la moto y divisando hacia el frente y a tu izquierda el paisaje que se va arrugando hacia arriba y tiñendo de verde oscuro. ¿primer crack en tu idea sobre este sitio? pues hay más. No las voy a ir enumerando porque serian muchos cracks... ya te noquearán sobre la marcha, ya....

    Primera parada; desayuna en Botoa porque te van a poner a funcionar las tostadas de un bar de reunión de motos que existe allí (si nos invita la próxima vez os digo como se llama). Con la barriguita llena –que “mejor alaba a Dios” según otro refrán- continuamos hasta ver el desvío hacia La Codosera por la BA-008. Giramos y nos encontramos con 17 kilómetros de curvas y la carretera recién asfaltada que hace que el viaje en custom sea una delicia porque, tren no tendremos por aquí, pero carreteras como esta hay que buscarlas bien para encontrarlas. Una vez que llegamos a La Codosera tenemos que cruzar el pueblo hasta llegar al cruce de la calle Ramón y Cajal para salir en dirección a La Rabaza. Otra carretera espectacular que va picando hacia arriba; la BA-53. Esta carretera está en muy buen estado, llena de curvas, pero es más estrecha; cuidado. Hay que seguirla hasta La Rabaza; el último pueblo de España por esa zona. El verde se va tornando más oscuro y profundo, man.

    Y entramos en Portugal. Mi debilidad. El cambio de país se nota porque la carretera BA53 de dos carriles se convierte en un carril que mide la mitad y es de doble sentido por lo que hay que ir con cuidado. Pero ya llevamos un ratito viendo montaña a izquierda y derecha. El paisaje es… tu secarral imaginario se ha esfumado ya ¿verdad?.  Pues eso; estamos en la CM-1.044; una maravilla de carretera. ¿es estrecha?¿tiene muchas curvas?¿es peligrosa? Si estás como un venado, sí… si no, es una de las vías de escape para liberar estrés y relajarte más bonita que tienes a lado de casa, en serio. Conduces paralelo a la raia que separa España de Portugal y vas pasando por un montón de aldeítas maravillosas en las que ponen un café alucinante si quieres parar. ¿Fotos? Todas las que tú quieras. De hecho, la foto de la portada de este blog está hecha ahí. Insisto; es una delicia si vas en Custom; si vas en una R y con una guindilla en el culo puede que pierdas los piños en cualquier curva. En serio; es muy fácil dejar de mirar a la carretera y mirar a derecha e izquierda. Para y fuma, hazte una foto, mea... yo qué sé, pero ve concentrado. Otro de los alicientes que tiene este tramo es que estás en el parque natural de Sao Mamede y que puedes pillar cualquier desvío (os recomiendo cualquiera de los que hay hacia la izquierda) porque las carreteras y las aldeas con sus casiñas son de ensueño. El caso es que es indiferente porque necesariamente tienes que volver a la ruta que marco.

    Esta carretera la dejamos a la altura de Sao Juliao para pillar la que nos lleva a Porto Espada y Marvao para después de unos kilómetros torcer hacia la izquierda, por la M1037 en dirección a la carretera que une Marvao con Portalegre. Es un rodeo muy bonito y con contínuas curvas en ascenso ya metidos en el medio del parque; el Pico lo tienes a un lado, el embalse de apartadura lo ves desde arriba sin saber cómo ha aparecido allí de repente, lo que te da idea de la subida que vas haciendo. Es otro tramo para hacerlo tranquilito y saboreándolo. También puedes parar ahí para regar los pinos y disfrutar del paisaje parado.

    Cuando llegas a la EN-359 que une Portalegre con Portagem (Marvao para entendernos) estamos ante una vieja amiga; en mi caso fue mi primera carreterita perdida portuguesa. Bien, pues salimos en dirección a Marvao para llegar a Portagem donde paramos las motos y nos tomamos las cervezas en el Zeppelin (si nos las invita también, lo nombro) y comentamos la ruta. Normalmente las caras de satisfacción son siempre enormes; llegues por donde llegues. E sitio es una cucada; rock and roll en medio de las montañas. Sagres.... no os digo más.



En el aparcamiento del Zeppelin... a vista de dron.

    Se nos estiró la sobremesa y no nos dio tiempo de continuar hasta Castelo de Vide, rodearlo y volver casi por donde habíamos venido. Pero hicimos otra ruta de vuelta que no por haberla hecho ya es aburrida; por la 359 llegamos a Portalegre. Esa carretera es una maravilla; ya la conocemos y te puedes tomar algunas confianzas, pero con cuidado.

    La vuelta hacia España desde allí es… pues eso; la vuelta; ni fu ni fa… A ver… viene bien porque la carretera que une Portalegre con Badajoz ya es como una nacional de aquí y las rectas son la tónica general (hay algunas larguísimas), por lo que si vienes con prisas y ya tienes el cucu y los riñones al jerez y un poco cansados de bailar a izquierda y derecha te va a venir bien. Recomiendo volver por Campomaior.

Pues eso; un sabadete genial.

lunes, 27 de febrero de 2023

LAS ROCAS NO CAMBIAN... LAS ZAPAS NO DEBERÍAN HACERLO TAN RÁPIDO

    

    La explicación es muy sencilla; las montañas, los caminos y los senderos están donde están desde siempre y las rocas tienen el mismo compuesto desde que son rocas. Es obvio que para rutear necesitamos unas buenas botas o zapatillas que se adapten al terreno y al clima del sitio al que vamos, insisto; terreno y clima, poca variable más o ninguna. En esto del calzado soy como muy práctico ya que si lo que te gusta es salir a la montaña o a las pistas lo normal, por tu seguridad es que te rasques el bolsillo porque si te jodes los pies por rácano no vas a volver a salir o acabarás con una lesión importante como poco. Sucede lo mismo con las gomas de las ruedas de la moto. A ver... que no hace falta gastarse un potosí porque hay calzado por precio medio que da un apaño de lo más curioso (luego puedes tunearlo, como diré luego). Mis primeras zapas fueron de la marca de una conocida gran superficie con tinte andino y las "tuve" que tirar a los tres años porque estaba ya cansado de ellas. Lo que es la zapa estaba en perfectas condiciones, la suela es lo que estaba "empezando" a estropearse (después de tres años) no me costaron más de 50 euros y os aseguro que les quedaba vida -además eran bonitas y todo para la época aquella-. Eso sí; eran para iniciarse en esto, no para hacer una GR.

    El caso es que hay marcas punteras españolas, francesas, suizas, alemanas y yankees (hay muchas más, claro) que ofrecen un calzado realmente bueno entre 100 y 150 lereles. Es un calzado que deberías comprarte si sales mucho a rutear (cuando digo "mucho" me refiero a los fines de semana; no vayáis a confundir "mucho" con vivir del senderismo). Lo suelen tener todo; un material genial (serraje o cordura), membrana aislante del frío, del agua, refuerzos anti golpes en la puntera y en el talón, y unas suelas realmente buenas (lo de las suelas es un mundo aparte) que te permiten agarrarte al suelo no como una lapa, pero sí lo suficiente para que no te resbales ni en mojado ni en seco. 
    
    El negocio de estas marcas es sacar una evolución de cada modelo cada muy poco tiempo cantando las alabanzas de la nueva versión que nos induciría a pensar que la antigua no era buena. O sea, que nos pueden estar tratando de gilipollas y puede que actuemos como gilipollas si tenemos unas botas que hemos comprado un año antes por el "módico precio" de 150 euracos y las tiramos ahora para comprarnos su nueva versión por otros 150 euros. Insisto; eso lo deberías hacer si te dedicas en exclusiva a esto y te aseguro que no ibas a notar gran diferencia entre la nueva y la versión que has gastado (a no ser que la nueva versión sea una revolución total que camine sola o funcione con fluzo y lleve varios puertos USB). En definitiva; que no hay tiempo, con un uso normal, de gastar unas botas de un año a otro que justifique esa necesidad de cambiar. Otra cosa es que te guste cambiar; chic@, con tu dinero haz lo que quieras (aunque lo mismo, si ese dinero te lo gastas en el alojamiento de un finde en las Hurdes lo mismo te alegras). En fin, tú mism@.

    Y todo esto porque como decía la principio; las montañas y las pistas llevan ahí todo el tiempo, la lluvia sigue cayendo y no es ácida por el momento por lo que los materiales que te brindan unas buenas botas deben servirte de año en año hasta que la misma se rompa. Si mi bota lleva una suela que me vale para no resbalar en las rocas tiene que valerme el año que viene a no ser que las rocas cambien de composición y se hagan más resbaladizas (cosa bastante improbable, oiga). Fijaos en el calzado de los sherpas o de los guías andinos o del amazonas; lo vais a flipar. 

    Bien, pues lo que a mi se me ocurre es buscar una buena bota con un material bueno para el uso que le vayas a dar; crudo invierno o desértico verano (en el término medio está la virtud) con sus membranas para esas vicisitudes y con una buena suela que agarre bien. En definitiva, que se gaste antes la suela que el material. ¿Y por qué? pues porque la bota se puede RESOLAR (cambiarles las suelas cuando empiecen a dar signos de falta de adherencia). Además; la bota o la zapa ya está perfectamente hecha a tu pie y andar con ella es como andar descalzo.

    Pero claro, eso lo saben las marcas y te lo ponen complicado con el diseño del piso. Si miras las dos fotos que te traigo cuando te vayas a comprar unas zapas deberías elegir unas que tuvieran de origen el tipo de suela de la primera foto, o incluso más recto ¿por qué? pues porque resolarlas con una suela infinitamente mejor a la que trae es más fácil a la hora de instalarlas ya que no tienen tantos ringorranos como la suela de la segunda foto. Si te decides por la suela de la foto segunda, también puedes resolar -me ha pasado- pero le tienes que poner unas suelas enteras, sí o sí, que va a hacer que la bota de pese un poco más (eso sí... te va a enterrar la zapa con esa suela). Insisto, la primera foto me parece la compra más inteligente. Lo dicho; si el material te aguanta, hazme caso y elige el primer tipo. Tendrás bota para muchos, muchos años si usas este calzado para lo que hay que usarlo; no hasta para ir a una boda (no sé si se me entiende). Luego el material; el que más te guste; a mí personalmente me gusta más el segundo tipo.

    En resumen; no me seáis rácanos con el calzado, pero sed inteligentes a la hora de sacarles "la pringue" hasta que ya os de vergüenza. 





Mi recomendación


Allá vosotros




domingo, 26 de febrero de 2023

SUBIDA AL PICO SAO MAMEDE

 

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ribeira-de-nisa-pico-sao-mamede-126831217#wp-126831225

Track de la Ruta: 


Ha costado, pero al final le he vencido. El Pico de Sao Mamede (en el Parque Natural da Serra de São Mamede, Portugal) es el punto más alto del Sur de Portugal y siempre se me resistía. Los tracks marcan casi siempre una distancia de 25 kilómetros de ida y vuelta por lo que ir solo cuesta pereza ya sea porque en invierno hay pocas horas de luz o porque en verano, cuando hay luz, las fuentes de agua escasean un poco y hace muuucho calor. Así que este fin de semana, aprovechando que iba a estrenar botas, me lancé a la aventura y con paciencia me decidí a atacarlo desde el lado oeste, o sea desde Portalegre. Más concretamente desde un pueblecito muy pequeñín que se llama Ribeira de Nisa. No había un track establecido desde allí en mi aplicación así que decidí, al igual que estrenaba botas, estrenar aplicación de mapas portugueses y utilizando una ruta establecida me la jugué e un punto para subir al Pico que está a 1.027 metros de altura. Sí, sin pensarlo decidí estrenar botas, aplicación móvil y ¡oye, una maravilla! (también me podría haber perdido y acabar con ampollas hasta en las orejas, pero no… salió todo a pedir de boca)

Sobre la ruta inicial que marcaba unos 12 kilómetros acabé haciendo los que marca el track; 17,07 kms. Pero es que, si quería subir al Pico, había que hacerlo. Insisto; funcionó y, por fin lo conseguí.

Empieza la ruta en el pueblecito que digo arriba a unos 515 metros de altura con una subida tremenda para que te vayas enterando. Es una subida con un montón de cantos rodados por un camino que muy limpio no es que esté, pero bueno que al fin y al cabo te lleva hasta casi los 700 metros de golpe por lo que, quitando lo "feo" de este tramo vas calentando las piernas. Una vez llegado a este punto empieza el espectáculo que hace que se te olvide ese tramo feo porque empiezas una bajada de cuento en la que no puedes evitar parar cada poco a hacer fotos por todos lados; mires a donde mires hay un cuadro: alcornoques centenarios por todos lados, helechos secos y marrones, un montón de cortijos derruidos, senderos trazados por alguien que pinta cuentos, etc.... La bajada te lleva hasta lo más hondo de un valle donde la Ribeira de Nisa discurre tranquila y estrecha ahora. Así que a saltar riberita porque toca subir por la que creo que es la parte más fea de este primer tramo de la ruta; un camino flanqueado de eucaliptos que, no siendo bonito tampoco es feo, pero a mi me dan como un poco de mal rollito. Ni que decir tiene que la señalización de la ruta a base de franjas rojas y amarillas hace ya un rato que no se ve.



Primera sorpresa: Sierra en estado puro


Cortijo que ha pasado a mejor vida


Cuando llegas arriba se inicia una bajada que relaja un poco las piernas y vas acompañado por la derecha de los eucaliptos que has dejado y por la izquierda de los primeros pinos que ya no te van a dejar hasta unos metros antes de ver las antenas en la cima. Una vez que bajas… hay que volver a subir. Es lo que tiene esta ruta: muchas subidas y bajadas. Seguimos el track marcado inicialmente y nos encontramos con un pinar muy bonito por un sendero perfecto que hay que seguir y que seguiría hasta el más inexperto porque es de lo más intuitivo (ya se sabe; donde hay sendero hay “civilización”).

Sigues subiendo por ese sendero y te sorprenden unas peñas a la izquierda que permiten ver lo alto que estás ya; a 5,5 kilómetros del inicio (Es el Cancho dos Altos. 800 metros). Me lo encontré de casualidad porque me equivoqué de sendero y decidí seguirlo ya que llegaba al mismo punto que el marcado al final en el track. A partir de aquí empieza una bajada con la que hay que tener mucho cuidado porque es estrecha y muy pronunciada. Ahí mis nuevas Vibram se portaron genial, la verdad (ojo y ninguna ampolla). La bajada te lleva hasta una carretera que tienes que cruzar para seguir subiendo.



Cancho Dos Altos

Nada más cruzar la carretera entras en una Quinta abandonada que tuvo que ser preciosa para seguir otro sendero que te va a llevar, subiendo, hasta otra carretera (EM 522). El ascenso por este sendero transcurre por la bajada de una correntía que tiene pinta de enfadarse mucho cuando lleve agua. 

Ahora sí; una vez llegados a la carretera nos encontramos en el punto crítico porque tienes la subida al Pico justo delante. Hay que decidir; si te rindes solo tienes que tirar a la derecha y seguir el track marcado (nadie te podrá decir que no has hecho una gran ruta). Estuve a punto de rendirme porque tanta subida, bajada y concentración para no perder senderos me tenía un poco cansado. Solo quedaban 4 kilómetros para disfrutar de una Sagres bien fresquita y, a lo mejor, acompañarla de una bifana. Pero ¡qué coño! Había madrugado para subir e iba a subir.

Solo había una forma de subir; en línea recta. No había más. Estás a 800 metros y tienes que subir hasta los 1.031 en dos kilómetros. Pues ale… vámonos. En mi caso lo hice en tres tramos que coincidían con los cruces que tiene esa pendiente con otras pistas forestales y la verdad es que se hace bien. La llegada es una maravilla, la verdad. En mi caso suponía haberle ganado la partida a Sao Mamede por el lado menos inesperado; el oeste. Emocionante. Horizonte a 360 grados y olor a pino.





Y ahora viene la fase de descenso. Hay dos opciones; o bajas por los cortafuegos hasta que enlazas con el final del track inicial o si te da miedo te comes otros cuatro kilómetros de marcha. Yo elegí la primera opción y tardé en bajar veinte minutos lo que me había costado subir hora y pico. Una gozada, la verdad.



Cortafuegos de descenso


Cuando el GPS te dice que has cogido otra vez el track inicial y piensas en que la vuelta será pesada (algún día hablaré de las “vueltas”) te encuentras con OTRA ruta. Un estrecho sendero que discurre paralelo a una riverita que es una gozada. Llegas a una ermita en ruinas que da un poco de mal rollo y sigue hasta que la cosa empieza a descender hasta Nisa. Ojo al descenso final porque es como la subida del principio; un montón de piedras que ruedan por una pendiente bastante pronunciada. Llegas al pueblo y te tomas una Sagres bien fresquita (sin tapa, eso sí…. Mejor que dejes en el coche algo de embutido y pan para celebrar el triunfo sobre Sao Mamede). También puedes comer allí, pero ten en cuenta que ellos van con una hora menos y cierran antes que nosotros las cocinas.




Ermita del Mal Rollo

EN DEFINITIVA. UN 10 DE RUTA

Había Ganas de rodar

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