Naturaleza, motos y rock and roll. Para mí es difícil establecer un pódium porque las tres son pasiones -más que aficiones- que me han acompañado durante toda la vida. Bien es cierto que la moto, la moto de mis sueños, solo he podido tenerla cuando me la he podido costear y que lo de disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor lo llevo saboreando desde que dejé de fumar (confieso que llegué un poco tarde). Así que creo que lo que más llevo ejercitando durante toda mi vida es el oído. Realmente llevo más de media vida, bastante más ya que estoy instalado en la quinta planta, comprando discos y escuchando canciones. Es más; creo que desde que cayó en mis manos mi primer disco (“Persecución” de Pistones) no ha pasado un solo día sin escuchar un disco, una canción o pensar en esto del rock and roll. Echando la vista atrás me sorprende que nunca he cambiado de estilo; he seguido una autopista muy ancha con un denominador común; el rock. De hecho, el pop de The Beatles llegó a mis estanterías pasados los treinta (más por vergüenza torera que por otra cosa) No es hasta “Revolver” hasta donde nacen MIS Beatles y siempre con el ojo puesto en George. Nunca me creí a Lennon (curioso que yo le pudiera dedicar a él su “God”) ni pensé que Paul fuera tan buena persona como aparenta. Ah… que luego estaba también Ringo… En fin… lo dicho… que siempre me ha fascinado el rock y con la edad he ido jugando a eso de la arqueología musical hasta llegar al Delta o a Alabama (lugar de nacimiento de Hank Williams). Todo ello iluminado por el Sol de Memphis que hace que deseara que el tiempo transcurra de 1954 a 1959 de forma cíclica como si de un tiovivo se tratara hasta que decido bajarme un rato para seguir investigando que, por qué no decirlo, es una forma de evolucionar. No hay nada como un mes escuchando Honky Tonk de los cincuentas para volver al ahora y hacer una limpia de gente que va de auténtica. Así que eso es lo que voy a reseñar por aquí; discos que me han marcado y discos que creo que me van a marcar. También espero que se estén gestando discos que me sigan marcando. Pues venga… para empezar os dejo con el disco que me pegó el primer zarpazo en el alma (además lo he encontrado en el formato en el que lo compré ¡en cassette!)
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