sábado, 26 de octubre de 2024

LAS APRETURAS DEL RÍO ALMONTE TE ESTÁN ESPERANDO

 


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/collado-de-zahurdones-puente-garganta-santa-lucia-y-castillo-de-cabanas-desde-cabanas-del-castillo-188979718


    Las “Apreturas del Río Almonte” es una impresionante zona natural de la provincia de Cáceres que se encuentra dentro del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara. Un paisaje espectacular que se compone de cañones estrechos formados por el paso del río Almonte y una geología singular que se denomina “Apalachense”. Si os gustan las pelis de indios y vaqueros echadle una mirada a las paredes, a las crestas de esas montañas y os podéis hacer una idea de dónde viene el término.

    ¿Qué podemos destacar de las “Apreturas”? Pues un paisaje con paredes súper escarpadas de roca que, como digo, han sido erosionadas por el Almonte formando un profundo cañón. De hecho, el término “apreturas” se refiere a lo estrecho del cañón por el que transcurre el Almonte dando la impresión de que las paredes van a cerrarle el paso. Es un lugar perfecto para practicar senderismo porque existen multitud de rutas para todos los niveles de experiencia que te van a permitir disfrutar de unas vistas del río y del cañón espectaculares enmarcadas por esa geología que decíamos antes: la apalachense.

    Vamos con algunos “síes” condicionales:

1.- Si miramos hacia arriba es muy posible que encontremos rapaces como el buitre leonado (muy abundante) el águila perdicera o el halcón peregrino que tienen su hábitat perfecto en los cortados de roca que se descuelgan verticales y que te hacen preguntarte que por qué no has estado aquí antes si tienes este paraje a menos de hora y media de tu casa. Nada más empezar la ruta caminamos con la Peña Buitrera a nuestra izquierda colonizada por estos pajaritos tan simpáticos.

2.- Si eres de los que, además, te gusta el verde y le vas explicando a tus compis de ruta qué tipo de árbol es aquel o aquel, te vas a poner ciego de ver encinas, alcornoques, robles, vegetación de ribera, jaras y demás matorral mediterráneo. Además, entre ese verde se esconden algunos amigos como los ciervos, corzos, jabalíes, tejones e incluso linces. Si veis alguno: ¡premio!

3.-  Si eres como yo…. de los que se aguantan a sí mismos y pueden hacer una ruta senderista en perfecta soledad, el río Almonte y su entorno ofrecen una sensación de aislamiento y tranquilidad ideal para desconectar del rollo urbanita y reconectar con la naturaleza en su estado más puro. En definitiva; que sea como sea es una ruta totalmente aconsejable para cuerpo y alma. Eso sí; si decides hacerla en compañía la ruta que propongo procura realizarla con gente competente y que no se ande quejando cada dos por tres. Hazme caso.

    Esta ruta sale del pueblo de Cabañas del Castillo que ya te está transportando a una época en la que todo era más pausado y se vivía de otra manera; supongo que la palabra estrés no existía por entonces. Esas casas y ese suelo de las calles empedrado…. Los hay que suben directamente al Castillo, pero nosotros no lo hacemos ahora; como somos como los boinas verdes lo vamos a dejar para el final puesto que aquí hemos venido a disfrutar, pero también a sufrir físicamente un poco. Pues eso, que decía que salíamos del pueblo con ese castillo presidiendo toda la zona y nos quedan por recorrer más de 18 kilómetros para volverlo a ver.

    Realmente, vamos a disfrutar primero de la Garganta del Río Santa Lucía que nos hará dar una vuelta en sentido inverso a las agujas del reloj hasta llegar a las Apreturas por lo que si realmente no tenéis mucho tiempo podéis ir directamente de Cabañas del Castillo a las Apreturas, pero os advierto que os perdéis mucho.

    Nosotros iniciamos con una bajada de unos 100 metros de desnivel hasta los 600 más o menos durante unos cuatro kilómetros por la garganta del río Santa Lucía. Es un trayecto que empieza por un camino abierto entre jaras muy bien conservado y continua hasta el Collado de Zahurdones en el que, además de una vista acojonante de la garganta, comienza una especie de pista forestal que te llevará en bajada casi continua hasta el Puente de la Pasadera tras el cual y en una curva a la izquierda, empezar a subir por la misma garganta, pero por el lado contrario.

    La segunda parte comienza con esa subida que no es nada pronunciada (muy tendida). Ahora, a nuestra derecha, mientras caminamos por el Camino de la Ortijuela tenemos los impresionantes riscos de la sierra de la Ortijuela (unos 300 metros más arriba, claro) y ya sobre el kilómetro 9 iniciamos otro descenso de casi 4 kilómetros por el camino de la Orijuela que abandonaremos en el kilómetro 10, en un giro a la izquierda, por un sendero que nos va a llevar en otro descenso que acaba siendo bastante pronunciado y técnico hasta el puente sobre el río Santa Lucía. Insisto, el descenso se complica un poquito al final

    La tercera parte comenzaría en el puente que nos va a llevar “directamente y llaneando” a las APRETURAS DEL ALMONTE. Solo os puedo decir que si sabéis interpretar las curvas de nivel de un mapa le echéis un ojo. Son dos impresionantes paredes de 600 y casi 700 metros de altura que verdaderamente parecen que van a cerrar el rio. Fotos, fotos, más fotos y desandamos lo andado hasta el puente para iniciar la subida al castillo. Es una sensación increíble ya que has visto previamente como se juntan los dos ríos y el Almonte acaba ganando y cogiendo fuerza. Hay un montón de piedras grandes donde sentarte a pensar, a comer, a mirar el paisaje o a, directamente, no hacer nada. Una maravilla. A mí se me hizo como una especie de Salto del Gitano en miniatura, pero vaya… no me hagáis mucho caso.

    La cuarta parte es ya “la subida”. Lo dicho; que nos queda una subidita de casi 300 metros de desnivel que van del kilómetro 15 al 17,5… los matemáticos que calculen el porcentaje porque yo soy de letras, pero puedo decir que es la parte más exigente de esta ruta; por la rampa y por la decisión de hacerla al final de la ruta. Es lo que define a esta como “moderada” en mi particular ranking. Ahora bien; si marcáis un ritmo medio y controláis la respiración se hace en menos de 40 minutos y sin mucho problema porque se hace por una senda que está cubierta por la sombrita de los árboles hasta que te encuentras otra vez con el Castillo que tienes que subir. Ojo cuidado porque aquí viene lo duro de la ruta realizada en este sentido: No te emociones y aprietes cuando vas por el pueblo porque cuando el asfalto se acaba y aparece el caminito que sube al castillo es cuando empieza a rascar de verdad la ruta. La subida al castillo es corta y bastante dura por los kilómetros que llevas ya en las piernas, pero una vez que subes las vistas son realmente acojonantes. Descansas, bebes, comes y bajas al pueblo. Acabaste. Enhorabuena.

    En definitiva; es una ruta maravillosa para deshacerte del estrés de la semana, para compartirla con amigos, para hacerla solo. Pero sobre todo es una ruta para realizar, desconectar y volver a casa con una hemorragia de endorfinas.

viernes, 18 de octubre de 2024

Aldeanueva de la Vera y sus cositas ( o las mías)

 


Pues podría haber sido una maravillosa ruta. "Podría" porque se han dado todas y cada una de las circunstancias para que un coitus interruptus a su lado sea una bendición. Llevaba un mes y medio en el dique seco caminero por una lesión en la rodilla, un esguince rematado con lo que creo que ha sido un neuroma de Morton. Como un trigre encerrado estaba (menos mal que la moto....) y ayer decidí que ya estaba bien de no andar y quise acercarme a La Vera para probar tobillo, el fondo y todo lo que hubiera que probar. Elegí esta ruta porque me parecía cortita (tenía prevista otra en Losar) y con buenas pendientes que subir para que el cuerpito se acordase de quien es y a qué ha de tender. Pues nada; ola de calor para empezar, las Merrell casi nuevas todavía, el neuroma "aquí estoy yo" y lo que quedaba por venir. Bueno, pues para empezar y nada más salir del coche empiezan las pendientes; así sin anestesia. Pero, en principio, de no haber estado oxidado este que escribe se suben con la ... bueno... ya sabéis. El problema es que no para de subir en cinco kilómetros y bueno, el paisaje no empieza a hacerse interesante (sé que tratándose de La Vera lo que digo es una herejía) hasta que los caminos se empiezan a estrechar y estás a una altura razonable y entre montañas. 

 Como decía, la ruta se hace bien y la señalización hasta aquí va sin problemas. Ojo, que vais a llegar a una confluencia en la hay un cartel que indica el camino al Chorro y no es ese el que habría que seguir, aunque visto lo visto lo mismo sí, pero bueno la aventura es la aventura. Como digo el track se sigue bien y ya vas escoltado de castaños casi todo el tiempo. En este caso había una competición de mountain bike y era curioso ver cómo adelantabas varias veces al mismo biker que te adelantaba otra vez y sufría porque veía que él en bici, tú andado y que no.... pero es que hay un punto en el que tienes que torcer a la izquierda (kilómetro 3,3) que sube hasta el kilómetro 4,3 justo y que hoy se me ha hecho eterno, la verdad. Los bikers iban cayendo como chinches también. Luego ellos giraban en Z hasta la charca pantano y yo continuaba subiendo.

Esta parte es la que más pena me ha dado porque aunque seguía subiendo ya tenía hecho el cuerpo al ritmo. Pena porque la senda es muy bonita y vas totalmente entre moles de piedra. Entras en un camino privado que está abierto hasta la salida y ahí empieza el problema. A ver... tienes que subir justo por una torrentera que hoy llevaba poca agua (la justa para llevar unas botas "medioqué", confiarte, resbalarte y dejarte allí el tobillo, los piños y el alma). A ver, que está bien porque es un poquito de treking legionario y bueno, tenía ganas, pero llega un momento en que wikiloc me dice que me he salido de la ruta cuando casi me escuerno en una pozita de la torrentera. Vamos; que iba de cabeza. Ahí me he agobiado un poco, la verdad.

Doy la vuelta y encuentro la senda -por llamarla de alguna manera- la sigo hasta que ya no se distingue si quiera la hierba pisada y todo ello con una subida muy pronunciada entre rocas en la que tuve que guardar el bastón y sacar el 4x4, o sea: trepar con pies y manos. El Chorro se veía arriba; quedaban unos 100 metros de altura para llegar y eso da fuerzas e ilusión. Pues nada; que se acaba la senda y hay que buscarse la vida. Menos mal que alguien fue colocando hitos para ayudar y orientar la subida, pero es que llega un momento en que se acabaron los hitos; por mucho que miraba no encontraba el siguiente. Bueno, pues a ver cómo subo porque lo que tenía delante de mí era una roca de unos treinta metros que había que subir agarrándose a todos los santos. Miro hacia arriba para ver cómo está la cosa y me encuentro lo que veis en la foto de abajo; una cabra que me decía que ni se me ocurriera por ahí ni por ningún otro sitio. Que me diera la vuelta, vaya....


SEÑALES PARA DARSE LA VUELTA


Pero es que cuando me doy la vuelta me doy cuenta de que si me resbalo por esa mole me caigo una sola vez; ninguna más. Vaya... que se acaba el blog este. Así que tuve que desandar lo andado. ¿recordáis lo del 4x4? pues ahora para abajo. Una locura. Hasta que no he vuelto al camino privado no me he tranquilizado, la verdad. Me he bloqueado. Si hubiera ido con alguien lo mismo se nos ocurre echar a un lado unas zarzas que había al lado del último hito y lo mismo encontrábamos otra vez la senda, pero me dio un pálpito, vi a la cabra y pensé en que lo mismo al tobillo no le venía mal hacerla más cortita. LA FAENA ES QUE LUEGO HE MIRADO Y ME HABÍA QUEDADO A 500 METROS DEL JODIDO CHORRO. ¡SOLO 500 METROS!

Pues nada; me acordé de los de las bicis y tiré por la Z en la que nos separamos. Un camino que sube y sube entre castaños quemados que ya están empezando brotar otra vez hasta el kilómetro 6,5 que podemos decir que es la cima de esta ruta tan atropellada; unos 1.100 metros. Pero esta parte quizás sea la más bonita de toda la ruta; hay una charca-pantano y una mesetilla entre moles de montaña con un silencio que solo rompen el mogollón de vacas que pastan por allí. Una zona preciosa, la verdad. Ahí engancho con la vuelta del track original que estuve tentado de hacer al contrario para llegar al Chorro de forma civilizada, pero ya en serio, el tobillo me estaba cantando canciones tristes con lo que mejor di por finalizada la operación venganza y me encaminé hacia Aldeanueva que quedaba todavía a unos 5 kilómetros. Que ¿qué tal la bajada? pues como si estuvieras en el Mercadona porque es una pista hormigonada hasta casi el kilómetro 10. Una vez ahí sigues bajando por una senda con piedras tipo escalera hasta el pueblo. Y ahí se acaba. Insisto; un coitus interruptus.

LUEGO A COMER A GARGANTA LA OLLA y reponer fuerzas pensando en la Serrana de la Vera por si te tuviera que comer ella a tí; que pille chicha. Todo riquísimo, la verdad.

LAS APRETURAS DEL RÍO ALMONTE TE ESTÁN ESPERANDO

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